Ivonne Montejo
23 de jul de 20201 min.
Alguien ha dicho: Una mala actitud es como un neumático desinflado, no puedes ir a ninguna parte hasta que no la cambias.
La actitud es importante. Una actitud correcta te mantendrá a flote en aguas profundas. La Biblia dice en Proverbios 18:14, El espíritu del hombre puede soportar su enfermedad, pero el espíritu quebrantado, ¿quién lo puede sobrellevar? (LBLA).
La actitud es la manifestación externa de un estado de ánimo o disposición internos. Una mala actitud es a menudo el resultado de un espíritu quebrantado. Muchas personas con problemas de actitud guardan cierto resentimiento en contra de Dios, a consecuencia de un suceso del pasado o circunstancia presente que no logran aceptar. Cuando este es el caso, es imprescindible que podamos identificar el problema, asumir nuestra responsabilidad en el asunto, y someternos al Espíritu Santo para que él trabaje con nuestro carácter.
Recuerda que Jesús vino para darte vida, y vida en abundancia! Mientras caminas de la mano con Cristo, por los cerros y valles de esta vida pasajera, no permitas que una mala actitud te impida disfrutar la travesía!
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