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Lidiando con el Espíritu de Rechazo #6: El Reino Perverso

Estimado lector, en pasados estudios de esta serie hablamos sobre el espíritu de rechazo, de qué manera entran estos espíritus, y cuáles son algunas de las manifestaciones más comunes que nos permiten identificarlos. Posteriormente, tocamos uno de los socios más cercanos de este espíritu, el miedo en sus diversas manifestaciones, y dimos algunos pasos prácticos que podemos seguir para comenzar a ser libres de este ataque espiritual. En el estudio de hoy, te propongo que toquemos otro grupo que se encuentra íntimamente relacionado al rechazo, al que llamaremos el reino perverso.


Resulta bastante difícil de comprender cómo es que una persona que ha sido víctima de acoso o abuso sexual, especialmente durante los primeros años de vida, pueda volverse especialmente vulnerable a recibir ataques del reino de las tinieblas, sobre todo en lo que respecta a su sexualidad, pero desgraciadamente así es. Muchas personas que están lidiando con un espíritu de rechazo a consecuencia de experiencias dolorosas o traumáticas de índole sexual, tienden a buscar desesperadamente la seguridad, afecto, y comprensión que necesitan en el lugar equivocado; por lo que pueden caer fácilmente en el peligroso engaño de la lujuria y la perversión sexual. En casos extremos, algunas de estas inocentes víctimas, pueden llegar a convertirse en temibles victimarios, como en las peores historias de terror de la vida real.

La realidad es que las relaciones sexuales ilícitas, consentidas o no, son una de las muchas vías a través de las cuales se realizan transferencias de carácter espiritual. Es decir, de la misma forma en que existen enfermedades físicas de transmisión sexual, existen agentes espirituales de transmisión sexual, por decirlo de alguna manera. Recuerda que Dios creó el matrimonio como una unión total, una especie de vínculo físico, emocional y espiritual entre un hombre y una mujer. Es imposible desligar completamente las relaciones sexuales del propósito y naturaleza con que fueron originalmente diseñadas; estas sirven para sellar un vínculo demasiado íntimo y significativo: el pacto del matrimonio.


Qué implica el pacto del matrimonio? Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne (Génesis 2:24). Ambos miembros se unen como un solo cuerpo! Inclusive, cuando dos personas de sexo opuesto experimentan la unión física por primera vez, este pacto del matrimonio queda sellado con sangre, por lo que Jesús dijo: Ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido (Mateo 16:6 DHH). Definitivamente, tenemos un gran problema en nuestra sociedad moderna, cuando constantemente estamos jugando a las relaciones sexuales fuera de pacto, e intentando separar el vínculo físico, emocional y espiritual que ellas representan.


El escritor de la carta a los Corintios escribe: ¿No se dan cuenta de que, si un hombre se une a una prostituta, se hace un solo cuerpo con ella? Pues las Escrituras dicen: «Los dos se convierten en uno solo» (1 Corintios 6:16). No podemos escapar de las consecuencias físicas, emocionales, y espirituales de nuestras uniones sexuales. Sea o no consciente de este hecho, usted está haciéndose partícipe de la otra persona, y de cualquier espíritu que en ella esté! Así que este es uno de los mayores riesgos de un estilo de vida sexualmente desordenado: transferencia de espíritus. Este fenómeno nos ayuda a entender por qué algunas personas cambian inexplicablemente después de una relación sexual, aún cuando no pueden encontrar una explicación lógica a su transformación.


Créame que intento ser lo más clara y explícita posible, sin ánimo de ofender a nadie. Nuestro Señor Jesús hizo un alto en el camino que pasaba por Samaria, para encontrarse con una mujer de dudosa reputación, porque quería darle una nueva oportunidad de vida. El perdonó a la adúltera, y no permitió que fuera injustamente apedreada, porque comprendió que en nuestra naturaleza pecaminosa hay muchos factores que pueden llevar a una persona a caer en la trampa de la perversión sexual.


En pleno siglo XXI, cuando los límites de la moralidad y los valores tradicionales han sido prácticamente derribados, el ser humano no está precisamente más cerca de alcanzar su plena realización sexual, sino todo lo contrario, ha perdido al camino a la verdadera intimidad. Piensas que es casualidad que haya tanta confusión y devastación en la esfera de las relaciones? Claro que no! Gran parte de este fenómeno social es una consecuencia directa de un incremento sin precedente en la actividad espiritual demoníaca y la libre transferencia de espíritus que tiene lugar en estos últimos tiempos. Un cada vez mayor número de personas está siendo engañado, mientras que otros experimentan abierta opresión demoníaca, y son conscientes de que algo anda mal con ellos. Basta con leer los comentarios de aquellos que cuentan como son sexualmente abusados por estos entes malignos, y que buscan solución a su problema en las redes.


Todas las civilizaciones antiguas, incluyendo la tradición judía, coinciden al afirmar que existen ciertos demonios que buscan relacionarse sexualmente con el ser humano, y alimentarse de su energía y fluidos corporales. Aunque no es el objetivo de este estudio profundizar en la descripción particular de cada uno, y cada cultura les ha dado su propio nombre, es importante que aclaremos que estos espíritus pueden presentarse con apariencia humana, con prominentes rasgos femeninos ó masculinos, e inclusive pueden hacerse pasar por alguien amado / conocido, a fin de cumplir su cometido. Las personas que quedan expuestas a su influencia, a menudo tienen frecuentes encuentros sexuales en sus sueños, o fuera de ellos, y pueden experimentar sensaciones y toques físicos, o despertar y encontrar que tienen marcas corporales visibles al día siguiente.


Una característica bastante conocida de estos entes es que son muy posesivos, por lo que prácticamente estorban las relaciones naturales de estas personas con sus parejas humanas, creando conflictos interpersonales, y situaciones bastante difíciles de explicar. Se dice que aquellos hombres o mujeres que se dejan seducir por sus aparentes encantos, pronto se encuentran a sí mismos sometidos a recurrentes experiencias de terror y abusos.


Vale aclarar que también existen espíritus sexuales cuyo objetivo es precisamente incentivar a las relaciones contra naturaleza, ilícitas o lujuriosas, sobre todo, aquellos que tienen su origen en la brujería y los hechizos.

El capítulo 7 de Proverbios es realmente útil para ayudarnos a identificar a la típica persona que se encuentra bajo la influencia de un espíritu de perversión sexual. Aunque se menciona específicamente a una mujer ramera, esta descripción puede fácilmente adaptarse a ambos sexos:


  1. Esta persona es infiel por naturaleza. Aunque puede o no tener una relación formal, nunca queda satisfecha con ella, sino que está constantemente al acecho de nuevas experiencias sexuales.

  2. Esta persona tiene una vida nocturna, o más bien, secreta.

  3. Su forma de vestir la/ lo delata. Aunque hay un componente cultural en la forma como vestimos, por lo general esta es un reflejo de nuestros intereses, y una fuerte expresión de nuestra personalidad. La impresión que otras personas tienen de nosotros está muy relacionada con nuestra forma de vestir. Ahora, recuerde que en la época bíblica una mujer ramera no necesariamente vestía minifalda o ropa ajustada, sin embargo, ella vestía de forma que los clientes potenciales pudieran reconocerla, generalmente de forma extravagante o fuera de lo común. Le puedo asegurar que lo mismo va para los hombres, pues ellos también saben mostrar sus atributos masculinos a través de la ropa y los accesorios que usan.

  4. Astucia. La frase astuta de corazón implica que esta persona tiene intenciones ocultas, que no es totalmente abierta y honesta. Quizá se puede decir que es experta en el juego de la seducción y la manipulación, pero no revela fácilmente lo que hay en su corazón.

  5. Busca llamar la atención. Ya dijimos que por esta razón viste de forma escandalosa. El proverbista le llama alborotadora. Esta persona tiene una sed insaciable por atención.

  6. Es rebelde. Ya hemos dicho anteriormente que la rebeldía es uno de los síntomas más frecuentes de un espíritu de rechazo. Esta persona tiene un espíritu rebelde, y por lo tanto rechaza todo vestigio de autoridad. Le resulta difícil conformarse a las normas de moralidad, porque en el fondo guarda una herida de rechazo.

  7. No para en casa. Claro que hay diferentes razones para estar fuera de casa, pero en este caso ella o él andan buscando parejas potenciales.

  8. Confianza excesiva y avances físicos. Pienso que esta es una pista universalmente conocida. La mujer de Proverbios 7 se acerca a un joven desconocido y se le lanza al cuello para besarlo y hacerle una proposición bastante descarada. Las personas que están bajo la influencia de un espíritu de perversión sexual lanzan pistas a través de su lenguaje corporal.

  9. Falsa religiosidad. Es muy interesante cómo la mujer de Proverbios 7 justo está de regreso del templo. Estas personas tienen tendencia a las actividades religiosas, sobre todo, al ocultismo, y gustan de hacer votos y pactos espirituales.

  10. Palabras suaves y halagadoras. Esto es parte de su estrategia de seducción.

  11. Ambiente y gustos sofisticados. La mujer de Proverbios no está desprovista de bienes materiales u objetos lujosos. Ella tiene acceso a perfumes finos y telas caras. Su estatus de vida es alto. Las personas que están bajo la influencia de un espíritu perverso, generalmente utilizan sus encantos para conseguir dinero y bienes materiales.


¿Qué le parece esta caracterización? No ha pasado suficiente tiempo como para que la Escritura pierda relevancia. Una palabra de sabiduría para los que están buscando pareja: Asegúrese de no dejarse llevar por la persona equivocada.


No hay duda de que este es un mundo muy perverso, pero ¿Cómo nos afecta todo esto cuando somos cristianos? ¿Somos susceptibles los verdaderos creyentes a esta clase de ataques espirituales? Y si así fuera, ¿Qué podemos hacer al respecto?


Bien, sé que no faltará quien trate de demostrar que un verdadero cristiano nunca puede ser sexualmente atacado por espíritus malignos, pero si tenemos en cuenta lo que realmente implica vivir en santidad y practicar la pureza en todas las esferas de la vida, tenemos que aceptar que hay muchos cristianos que continúan batallando en el área sexual. Si este fuera su caso, o el de alguna persona cercana a usted, es posible que ni siquiera haya considerado contárselo a alguien; sin embargo su silencio no es garantía de que estos espíritus se irán, hay algo que usted tiene que hacer al respecto.


Hay muchas personas dentro de las iglesias cristianas que luchan con pensamientos y actitudes del pasado, algunos de los cuales son fácilmente detectables por otras personas en la congregación. No estamos hablando simplemente de su manera de vestir, a del uso excesivo que hacen del maquillaje, o de la forma seductora en que se acercan a otros hombres y mujeres comprometidos; el problema siempre está arraigado en el corazón, y solamente parte de él se revela en una actitud excesivamente sensual. ¿Lucha usted con frecuentes pensamientos y deseos lujuriosos? ¿Lleva una vida secretamente desordenada? ¿Encuentra difícil ejercer dominio propio en el área de las relaciones? ¿Se siente como una víctima o un imán que atrae constantemente la clase de personas que sólo lo ven como un objeto sexual? ¿Ha sufrido abuso o acoso sexual en más de una ocasión? ¿Experimenta ataques espirituales o visitaciones sobrenaturales como las anteriormente descritas, dentro o fuera de sus sueños?


Ya sea que usted se haya identificado con alguno de estos puntos, o haya reconocido en ellos a alguien más, la buena noticia es que Dios nos ama y envió a su Hijo para deshacer las obras del Diablo a nuestro favor. En su nombre, que es sobre todo nombre, en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, podemos experimentar verdadera libertad y perdón de todos nuestros pecados. Hay poder en Jesús para romper con cualquier atadura espiritual de maldad, pero es importante que usted dé pasos firmes y conscientes, basados en toda la revelación que Cristo vino a traernos al respecto.


Es decir, usted puede orar, o pedir que alguien más ore por usted, reprendiendo estos espíritus perversos, a fin de que cese todo tormento en el nombre de Jesús, pero para que su liberación sea firme y su transformación permanente, es imprescindible que trate con la raíz del asunto.


1. Identifique la puerta de entrada y establezca un curso de acción.

Jesús le dijo a la mujer adúltera: Vete y no peques más! (Juan 8:11) Muchos cristianos, incluyendo un buen número de líderes y pastores, tienen pecados ocultos que no han tratado con la seriedad suficiente. Estos pecados son la principal puerta de entrada al enemigo, y la razón por la que estos espíritus aún tienen acceso legal a sus vidas. Los pecados más comunes que atraen estos indeseables huéspedes espirituales son: la masturbación, la pornografía, las fantasías sexuales, y las relaciones sexuales ilícitas (cualquier relación sexual extramatrimonial o contra naturaleza). Si eres cristiano y practicas cualquiera de estos, tienes que confesar y apartarte. Asegúrate de cerrar toda puerta de entrada al reino de las tinieblas, aún cuando eso implique soluciones un tanto creativas y radicales.


2. Eche un vistazo a su corazón.

Jesús dijo que del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia (Mateo 15:19). Toda esta contaminación viene del corazón y afecta otras esferas de nuestra existencia, como la esfera espiritual y la esfera física. Es importante que recordemos qué constituye el corazón en la Escritura. Cuando hablamos del corazón nos referimos fundamentalmente a los pensamientos, las emociones, los sentimientos, y la voluntad. Esto explica por qué Jesús le dijo a sus seguidores: Han oído el mandamiento que dice: “No cometas adulterio”. Pero yo digo que el que mira con pasión sexual a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en el corazón (Mateo 5: 27-28).


Así que todos los pecados sexuales (y no sexuales) se consuman primeramente en la mente, y luego pueden consumarse en el cuerpo. La batalla espiritual comienza en tu mente y en tus emociones. Es ahí donde se puede frenar el pecado que puede traernos ruina y destrucción. Es ahí donde se puede resistir al enemigo!


Usted necesita ser consciente de que no todos los pensamientos que vienen a su mente son genuinamente sus pensamientos. La Palabra enseña que Satanás y sus secuaces pueden sembrar ciertos pensamientos ahí. Por ejemplo, en Juan 13:2 se nos dice que el Diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote la idea de entregar a Jesús, y en Hechos 5:3 el Apóstol Pedro reprende a Ananías diciendo: ¿Por qué ha llenado Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo...?


Una parte importante del discernimiento de espíritus es la que nos permite identificar de dónde proceden ciertas ideas. Por otra parte, tenemos que reconocer que todos tenemos una concupiscencia, es decir, tenemos malos deseos que nos seducen y buscan dominarnos (Santiago 1:14). Por último, también tenemos pensamientos e ideas de Dios en nuestra mente. La Escritura dice que tenemos la mente de Cristo (1 Corintios 2:16). Eso significa que nuestra mente se va renovando con una nueva naturaleza espiritual, y comenzamos a pensar como Cristo.


Además de nuestros pensamientos, el corazón incluye el campo de las emociones. Muchas personas que luchan con espíritus de perversión sexual encuentran que hay una raíz emocional en su corazón, generalmente ligada a un evento de abuso sexual en el pasado. Otras personas, al ser ministradas para liberación, descubren que hay un suceso de esta naturaleza en su pasado familiar. No en vano, Proverbios 4:23 dice, Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. ¿Qué sucede cuando vivimos situaciones traumáticas y no guardamos nuestro corazón, o mejor dicho, cuando no estamos en condiciones de guardar nuestro corazón? Entonces, el enemigo toma ventaja.