top of page

Ranas o Espíritus

Actualizado: 27 jun 2021

"Las ranas son espíritus! Las ranas son espíritus!" -Todavía tengo esta frase vívida en mi pensamiento. Pienso que estaba teniendo un estudio bíblico en mis sueños anoche, por lo que me desperté con esta certeza. No recuerdo los detalles, pero sé que me refería a las ranas de Éxodo, capítulo 8, y estaba teniendo una revelación acerca de la naturaleza espiritual de las ranas.


No voy a negar que no me gustan las ranas. Su aspecto es un tanto repulsivo y también su tacto es desagradable; pero sé que en su gran mayoría son animales útiles y totalmente inofensivos. Resulta entonces interesante notar que la plaga de ranas fue la segunda que Dios envió sobre Faraón en la tierra de Egipto. Quizá pienses: No les tengo miedo.¿Qué pueden hacer unas cuantas ranas por unos pocos días? No es una plaga demasiado agresiva, después de todo. ¿Qué tan persuasiva pudo haber sido? Si pensaste así, permítete leer los siguientes versos del relato:



Éxodo 8:1-6

Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón y dile: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. Y si no lo quisieres dejar ir, he aquí yo castigaré con ranas todos tus territorios.

Y el río criará ranas, las cuales subirán y entrarán en tu casa, en la cámara donde duermes, y sobre tu cama, y en las casas de tus siervos, en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas. Y las ranas subirán sobre ti, sobre tu pueblo, y sobre todos tus siervos.

Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, arroyos y estanques, para que haga subir ranas sobre la tierra de Egipto.

Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto.


En primer lugar, no eran sólo unas pocas ranas. Las ranas estaban por todas partes! En el pasillo, en el carro, en la ducha, sobre la mesa, en la cocina, en el armario, en la recámara, sobre la cama, y entre las sábanas. Me gustaban más antes de que invadieran sin permiso cada espacio de mi vida. Ahora ni siquiera puedo dar dos pasos sin tener la sensación de estar pisando una! El espantoso sonido nocturno que producen no me deja dormir, y eso sin mencionar que adoran aparearse en mi colchón. Son demasiadas!


Las ranas me recuerdan los espíritus que estoy tolerando. No, estimado amigo, no ando por ahí oyendo voces y viendo sombra; simplemente lo sé. Un poco de opresión aquí, y un poco de violencia allá; una pizca de manipulación aquí y un sorbo de temor allá. Pensé que podía vivir con esto pero ha llegado a un punto en el que es demasiado. Sé que ahora podrás identificar los tuyos y entender mejor cómo operan.


Las ranas son espíritus familiares, tan cercanos a tu corazón que ni los habías notado. Están por todas partes, así que ya no los distingues más, pero la verdad es que se roban tu espacio y tu tranquilidad. Las ranas son espíritus que parecen inofensivos y útiles, pero terminan coartando tu libertad de acción. Son escurridizos, nobles y adaptables como estos animales. Hacen tanto silencio durante el día que parecen no estar ahí; sin embargo, apenas llega la noche comienzan a martirizarte con sus insidiosos cantos.


La historia del Éxodo continúa diciendo que el Faraón no estaba demasiado impresionado con las ranas. A diferencia de los hebreos, los antiguos egipcios veneraban estos animales, representados en Heket, la diosa de la fertilidad y la abundancia; de hecho, las invasiones de ranas eran comunes y precedían a las crecidas del Nilo. Las Escrituras nos dicen que aún los hechiceros de Egipto fueron capaces de imitar el milagro, o al menos eso pareció. El Faraón le pidió a Moisés que intercediera por él para hacer cesar la plaga, pero su orgullo aún estaba intacto.


Éxodo 8:9-10

Y dijo Moisés a Faraón: Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y que solamente queden en el río.

Y él dijo: Mañana.


El problema con estos espíritus es que no provocan un sentido de urgencia. Te molestaron anoche pero esta tarde se te olvidó todo. Te levantas enojado todos los días, pero en la tarde piensas: Mañana voy a resolverlo. Tristemente, lo cierto es que ya van muchos días de ranas, muchas noches sin descanso, muchas mañanas de reproche y muchas tardes de indecisión, pero tú sigues pensando: Sólo un día más.


Las ranas son espíritus engañadores, y esto es algo que surgió después de mi segunda noche soñando con estos animalitos. Vayamos a Apocalipsis 16:13-14:


Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.


La palabra hebrea para rana es tsefardayah, cuyo significado es pantano, o saltador del pantano. La raíz de esta palabra es tsaphar, que significa turbio, dudoso, o sospechoso, pero también inseguro o indeciso.


Por una parte, la idea es la de alguien que camina en círculos, alguien que no puede tomar una decisión. El pantano es un lugar de estancamiento, en sentido figurado. Estos espíritus engañadores tiene como objetivo el agobiarte, abrumarte, y hacerte dudar. Son espíritus que retrasan tu crecimiento y no te permiten avanzar.


Por otra parte, la idea de las ranas es la de un animal que danza y canta en círculos. Está claro que el sonido que producen no parece un canto, pero la idea aquí es la del entretenimiento. Me viene a la mente la imagen de un artista circense, cuyo único objetivo es el de captar la atención de su público, entretenerlos. Ya hemos leído que los espíritus rana, saldrán de las bocas de la trinidad satánica y lograrán convencer a los reyes de la Tierra, entiéndase cabeza o líderes de las naciones, para que participen en la gran batalla final. Y ¿Cómo lograrán los espíritus persuadir a los gobernantes del mundo de ir a la guerra? Ellos harán señales engañosas! En otras palabras, ellos jugarán la carta del entretenimiento.


¿Interesante? Te daré algo más. Usando las tres letras hebreas para tsaphar y su significado o símbolo pictográfico antiguo, llegamos a la siguiente conclusión. La primera letra es un anzuelo, la segunda una boca, y la tercera una cabeza. Los espíritus rana son por naturaleza mentirosos, tramposos y expertos del entretenimiento. Ellos saben como atraparte con sus palabras, pero su objetivo es desviar tu atención. Después de todo, no puedes ser muy productivo, si tu mente se encuentra constantemente ocupada en cosas sin importancia, o agobiada con dudas y preocupaciones interminables.


Una característica final de estos espíritus rana se encuentra en los versos 12-14:


Éxodo 8:12-14

Entonces salieron Moisés y Aarón de la presencia de Faraón. Y clamó Moisés a Jehová tocante a las ranas que había mandado a Faraón.

E hizo Jehová conforme a la palabra de Moisés, y murieron las ranas de las casas, de los cortijos y de los campos. Y las juntaron en montones, y apestaba la tierra.

Las ranas muertas apestan. Bueno, eso no es nada extraño. Lo difícil no es percibir el hedor, sino encontrar el cuerpo muerto. Recuerdo una ocasión en que percibimos un terrible olor a muerte a la entrada de nuestra casa. Buscamos durante días hasta que al fin descubrimos una rana que se había atascado en la base del aro de baloncesto de mi hijo. La posición en que había quedado la hacía casi imposible de ver, pero el mal olor nos llevó al lugar exacto.


Ahora imagina cómo habrá sido para encontrar las últimas ranas muertas en las rendijas de las casas egipcias. Seguramente el mal olor era irresistible. Lo mismo sucede en la esfera espiritual; a veces cuando crees que lo peor ha pasado, comienzas a percibir el olor a muerte. Ya no te encuentras a ti mismo cantando alabanzas en la ducha, tus oraciones se vuelven rutinarias y vacías, siempre te quedas dormido dos minutos después de abrir la Biblia, la atmósfera de tu casa se siente pesada. No te has dado cuenta, pero son las ranas muertas; las mismas que hace unos días no te dejaban dormir. Las ranas muertas contaminan el ambiente y se roban tu vida espiritual.


¿Qué vas a hacer ahora? Ya estarás pensando. ¿Cómo me libero de las ranas? ¿Cuál es el plan? Te daré siete pasos que pueden ayudar:


1. Identifica el problema.

El primer paso es tomar consciencia del problema. Ponle nombre a tus ranas. ¿Quiénes son? ¿Existen áreas fuera de control en tu vida, en tu familia, en tu casa, tu trabajo, o en cualquier otra área de influencia para ti? ¿Estás viviendo bajo los principios y valores bíblicos, o te dejas entretener por ideas, conceptos y pensamientos engañosos?


2. Encuentra el cuerpo muerto.

Tu problema tiene raíz. Si no encuentras tus ranas y las sacas, tu casa seguirá apestando. No te servirá de nada si enciendes velitas aromáticas por todas partes, asegúrate de encontrar la causa y atacarla directamente. Si no resulta evidente, pídele al Espíritu Santo que te de revelación específica acerca del origen de los ataques. ¿Cuáles son los pensamientos, emociones y sentimientos engañosos que te distraen de tu propósito?


3. Acepta tu responsabilidad.

Lo que caracteriza este ataque en particular es un halo de familiaridad y tolerancia. Ya te acostumbraste a escuchar esa música comprometida con los des-valores del mundo, sigues frecuentando esas páginas de Internet, todavía disfrutas reunirte con los mismos amigos poco recomendables, no puedes renunciar a esa serie de Netflix que te pone los pelos de punta. Es tu culpa. El Diablo no empuja puertas abiertas, él simplemente toma ventaja. Una parte de tu problema puede resolverse con una sencilla oración, pero ¿Qué hay de la parte que no? Esa es tu responsabilidad!


4. Renuncia.

No sólo hagas una oración de renuncia, RENUNCIA totalmente! No sólo muestres tristeza por el pecado, ARREPIÉNTETE! Renuncia a tu derecho de venganza sobre la otra persona. Sacrifica la comodidad de una vida desordenada o en desobediencia. Rompe con los hábitos pecaminosos que le dan de comer a tus enemigos espirituales. Asegúrate de cerrar todas las puertas y reforzar todas las ventanas de tu alma. ¿Qué parte de la mentira disfrutas más? Paga el precio!


5. Recurre a la oración.

Renunciar es una decisión personal que viene del libre ejercicio de tu voluntad en Cristo, pero es posible que las buenas intenciones no sean suficientes, sobre todo si el asunto es serio. Si sientes que este problema te supera, es momento de considerar una o varias jornadas de ayuno. El ayuno y la oración son disciplinas poderosas que te ayudarán a quebrar el poder de los ataques y sobre todo, que te fortalecen espiritualmente para vencer.


6. Busca ayuda.

Encuentra personas espiritualmente maduras y de ser posible, con experiencia en el tema. Pídeles que oren por ti, o mejor aún, reúnete con ellos para orar. Dios ha capacitado a determinados hermanos con la habilidad sobrenatural del discernimiento de espíritus. Estas personas pueden ofrecerte una perspectiva fresca y más amplia de tu situación, e inclusive, aconsejarte sabiamente sobre qué pasos dar en tu caso específico y cómo superar los obstáculos. Dales permiso para hablarte francamente y sin temor a represalias.


7. Manos a la obra.

Rompe el círculo vicioso de la dependencia. No te permitas caer una vez más en la inactividad. Algunas decisiones serán realmente difíciles de mantener, otras, exigen una alta dosis de riesgo y fe. Repite los pasos tantas veces como sea necesario. Mantente velando por la posibilidad de futuras invasiones de ranas espirituales. Aliméntate de las verdades bíblicas que refuerzan tu posición en Cristo y, sobre todo, no te acomodes otra noche durmiendo con las ranas!

88 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page