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Debes Saber esto Sobre el Regreso del Jesús Musulmán

Hola, estimado oyente/lector de Letra y Espíritu! Seguramente recordarás que en nuestro último encuentro, nos dimos a la tarea de sacar a la luz algunas de las creencias islámicas más peligrosas sobre los últimos tiempos y la venida del Mahdi. Pienso que ese fue un tema muy interesante y útil, ya que algunos hermanos pudieron identificar al instante el obvio paralelo que existe entre este oscuro personaje de la Escatología Islámica y la figura del Anticristo Bíblico. (Nota: Si no has escuchado/ leído la primera parte de este tema, te recomiendo que lo hagas antes de proseguir, pues sólo así podrás comprender quién es el Mahdi y qué expectativas tienen los musulmanes sobre él).


En el estudio bíblico de esta semana vamos a seguir la misma línea de pensamiento, esta vez para desenmascarar a otro personaje central dentro de la Escatología Islámica: El Jesús Musulmán! ¿Quién es Jesús para los musulmanes, y qué papel se le concede en el desenlace final de los últimos tiempos? Acompáñeme a descubrirlo!


Uno de los argumentos más comunes del Islam es el siguiente: Nosotros los musulmanes amamos a Jesús! ¿Por qué ustedes los cristianos no aceptan a Mahoma? Bueno, por qué no? Después de todo, si ellos tienen a Jesús, lo tienen todo! Qué mal puede hacernos un profeta más? El problema con este razonamiento es que Isa, el Jesús Islámico, no es exactamente la misma persona revelada en la Biblia, ni siquiera el Jesús histórico que fue crucificado alrededor del año 30 de la Era Cristiana.

Los musulmanes consideran a Isa como uno de los mensajeros de Dios, enviado para guiar al Pueblo de Israel.​ El Corán confirma el nacimiento virginal de Jesús y le concede la virtud de hacer grandes milagros, e inclusive de resucitar muertos por mandato de Allah. Para darle una idea de la clase de milagros que describe el Corán, basta con decir que fueron tomados de textos apócrifos antiguos como el "Evangelio de la Infancia de Tomás", el cual relata supuestos episodios sobrenaturales durante la niñez de Jesús. De cierto modo, Isa es una creación especial de Allah, mencionado con mayor frecuencia que el propio Mahoma en el Corán, y se le atribuyen títulos que parecieran confirmar su absoluta superioridad, como los de "Mesías" (Al-Massi), la "Palabra de Dios" (Kalimatullah) y el "Espíritu de Dios" (Ruhullah).


Al Igual que Moisés (Musa) y Mahoma, Jesús tiene su propio libro divinamente revelado al que los musulmanes llaman el Injil (Evangelio). Como ya habíamos dicho antes, este evangelio islámico no tiene nada que ver con los cuatro Evangelios que conservamos en nuestras Biblias cristianas, sino que es una suerte de compendio perdido de las enseñanzas monoteístas de Isa. Sobra decir que Jesús, y todos los profetas judíos anteriores a él, son considerados musulmanes y siervos de Allah, y que a pesar del trato preferencial que se le da a Isa en el Corán, no se le confiere una naturaleza divina.


Dios no tiene hijos en el Islam, cuanto menos es una Trinidad. Además, Isa no murió en la cruz. Veamos lo que dice el Corán acerca de la crucifixión de Cristo:


Ellos se jactan, diciendo: “Matamos al Mesías, Jesús, hijo de María, el mensajero de Allah”. Pero ni lo mataron ni lo crucificaron; sólo lo hicieron parecer así (...) Ciertamente no lo mataron. Más bien, Allah lo levantó hacia Sí mismo (Corán 4:157-158).


Sabemos que, además de la narrativa bíblica, que data del primer siglo, existen fuentes tempranas y externas al Cristianismo, que confirman la crucifixión de Jesús de Nazaret como un hecho histórico verídico, sin embargo, el Corán, que data del siglo VII d.C. (mínimo, aunque pudiera ser una construcción social muy posterior a esa fecha) niega que Jesús murió en la cruz. ¿Cómo explican los eruditos del Islam una contradicción tan evidente? Ibn Kathir explica:


Rodearon a Isa en la casa, y cuando sintió que tarde o temprano tendría que salir de ella, dijo a sus compañeros: "¿Quién se ofrece voluntariamente para parecerse a mí, por lo cual será mi compañero en el Paraíso." Un joven se ofreció como voluntario (...) Allah hizo que el joven se pareciera exactamente a Isa, mientras que se abrió un agujero en el techo de la casa, e Isa fue adormecido y ascendió al cielo mientras dormía (...) Cuando los que rodeaban la casa vieron al hombre que se parecía a Isa, pensaron que era él. Entonces lo tomaron de noche, lo crucificaron y le pusieron una corona de espinas en la cabeza (...) Todo esto fue una prueba de Allah para Sus siervos.


Otro famoso comentarista aporta una segunda hipótesis a la explicación de lo sucedido:

En los versos actuales (157-158), se ha hecho explícito que no mataron ni crucificaron a Isa, más bien fueron engañados por la semejanza (...). Los judíos habían enviado a una persona conocida por los árabes como Teetlanoos (Judas Iscariote?) para matar a Isa. No encontró a Isa en la casa porque Allah ya lo había elevado hacia Sí mismo. Entonces, cuando esta persona (Judas) salió de la casa, le habían hecho parecerse a Isa. Los judíos lo consideraron Isa. Entonces se llevaron a su propio hombre y lo mataron (...) Sólo Allah sabe lo que realmente sucedió. Sin embargo, esta frase del Sagrado Corán vista con otros informes exegéticos arroja el factor común de que los judíos y los cristianos fueron sometidos a un engaño convincente.


En resumen, la explicación que los musulmanes le dan a la aparente crucifixión de Jesús es esta: Allah engañó a judíos y cristianos por igual para que pensaran que lo habían matado, pero Jesús fue llevado vivo al cielo, desde donde volverá al final de los tiempos para desmentirlo todo: Su Divinidad, su muerte en la cruz y, por supuesto, su resurrección. Todo lo que sabemos y predicamos no es más que una conspiración de Allah: Ellos tramaron contra Isa, y Alá también tramó. Alá es el mejor de los conspiradores (Corán 3:54). El término original árabe que se utiliza para describir a Dios aquí admite interpretaciones tan fuertes como: Allah es el más astuto ó el más engañoso.


Desgraciadamente, el engaño de Allah no impedirá que Isa regrese antes del Día del Juicio y se presente ante sus seguidores como el más radical de los musulmanes. ¿Cuáles son, entonces, algunas de las tradiciones islámicas más importantes con respecto al regreso de Jesús?


1. Descenderá en Damasco

Aparecerá sobre un minarete blanco en el lado Oriental de Damasco, Siria. Un hombre de mediana estatura, rubio rojizo, vestido con dos prendas de color amarillo claro, como si de su cabeza cayeran gotas aunque no estará mojada. Sus manos estarán apoyadas sobre las alas de dos ángeles.


2. Se subordinará al Mahdi

A su llegada, Isa hallará al Mahdi y a su ejército justo antes de la hora de la oración. Entonces el Mahdi le pedirá que se coloque al frente para dirigir las oraciones, pero Jesús rechazará públicamente esta distinción, indicando que él es, en efecto, inferior en rango al Mahdi, y se colocará detrás de él.


3. Cumplirá con sus obligaciones religiosas como cualquier musulmán.

Se dice que Isa peregrinará a la Meca, visitará la tumba de Mahoma para saludarlo, y este le responderá.


4. Su principal función será la de supervisar la institución e implementación de la Ley Islámica (Shariah) a nivel mundial.

Bajo la dirección del Mahdi, Isa asumirá un rol judicial y aplicará la justicia de acuerdo con los principios del sagrado Corán y la vida del profeta Mahoma (la Sunnah).


5. Provocará la conversión de muchos cristianos al Islam.

Judíos y cristianos despertarán al hecho de que Isa nunca murió y no es Dios, ni el Hijo de Dios, sino únicamente su Mensajero, su esclavo y un miembro de la comunidad de Mahoma; de lo contrario, el propio Jesús testificará contra ellos en el Día del Juicio. Personalmente aclarará todas las interpretaciones anteriores y declarará que su intención sólo fue la de predicar el Islam, la sumisión a Allah y predecir la llegada de Mahoma.


6. Abolirá por completo el Cristianismo.

En el estudio anterior citamos Sunan Abi Dawud 4324: Luchará contra el pueblo por la causa del Islam. Romperá la cruz, matará los cerdos y abolirá la jizyah. Alá hará perecer todas las religiones excepto el Islam. Esta es una idea recurrente en la tradición islámica y se presta a muchas posibles interpretaciones. Mientras la cruz se refiere, casi con certeza, a las iglesias y costumbres cristianas, el cerdo es considerado un animal impuro que comen los cristianos. En varios pasajes de la Sunnah se relata que Allah acostumbra a castigar a los desobedientes convirtiéndolos en monos y cerdos, así que matará a los cerdos pudiera referirse a los cristianos que no se sometan a Allah.


Con respecto a la jizyah, hemos dicho que es el impuesto que los musulmanes le imponen a los judíos y cristianos que viven dentro del Estado Islámico. Abolirá la jizyah, en este caso, no se refiere a un acto de bondad de Isa, sino todo lo contrario. Se sabe que pagar este impuesto era la única forma de evadir una conversión forzosa, por lo que se sobreentiende que en el futuro ya no quedará otra alternativa que la muerte.


7. Derrotará al Anticristo Islámico

A semejanza de la profecía bíblica, el Jesús islámico también tendrá un enemigo que derrotar: El Dajjal y sus seguidores, la mayoría de los cuales serán judíos y mujeres, 70,000 de ellos. Increíblemente, los musulmanes creen que Jesús volverá para librar la batalla final contra su propia gente, el pueblo judío.


8. Vivirá una vida común y morirá.

Se casará, tendrá hijos y morirá después de 40 años en la Tierra. Los musulmanes llorarán por él y lo enterrarán junto a Mahoma.


Estimado lector/oyente, hasta aquí hemos resumido lo que el Islam dice sobre Jesús y el rol que, según ellos, tendrá en los tiempos finales, no porque creamos que hay alguna autoridad profética en el Corán o la Sunnah para que sus predicciones tengan que cumplirse al pie de la letra, sino porque existe un interesante paralelo inverso entre la Profecía Bíblica y la Escatología Islámica. Por supuesto, no es casualidad que sea así, y que la figura del Mahdi corresponda casi exactamente con la descripción del Anticristo bíblico; el Islam tomó gran parte de estos elementos de la Escatología Judeo-Cristiana del siglo VII en el que surgió, y la acomodó a su propia narrativa.


Muchos conceptos e ideas salidos del Cristianismo y el Judaísmo, incluyendo mitos y textos apócrifos de origen dudoso, fueron a parar al Corán; sin embargo, una mala exégesis bíblica no puede explicar la existencia de 2.02 mil millones de musulmanes en el mundo. Muchas personas que nacen hoy en familias y comunidades musulmanas, no tienen la opción de elegir si practicar o no una religión, simplemente nacen musulmanes y están obligados a permanecer así por el resto de sus vidas. También la mayoría de cristianos en países musulmanes, lo son simplemente por tradición familiar y por contraste: Si no eres musulmán, se supone que eres cristiano. Ambos bandos necesitan una experiencia real con el verdadero Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios y el Salvador del mundo.


En la primera parte del tema te hablé de la necesidad de evangelizar y apoyar activamente a los que evangelizan musulmanes, especialmente en esta Era de las comunicaciones y las redes sociales. En este segundo estudio, quiero que nos preguntemos cómo responder a la creciente ola de confusión y conversiones al Islam en nuestros países Latinoamericanos. Sí! Porque en un mundo cada vez más interconectado, donde todos nos hemos cansado de las falsas apariencias y la hipocresía religiosa, muchísima gente está buscando respuestas en la novedad de las religiones orientales, incluyendo el Islam. Para estas personas, el conocimiento es clave. ¿Por qué deberíamos confiar en el Jesús bíblico y no en el Mesías islámico?


1. El argumento lógico

A primera vista, porque Mahoma nunca lo conoció personalmente como lo hicieron Mateo, Pedro ó Juan, discípulos del Señor y escritores de los Evangelios bíblicos. Es imposible que alguien nacido más de 600 años después de Cristo, a más de 750 millas de distancia de Tierra Santa, pueda tener credibilidad alguna a la hora de determinar quién fue realmente Jesús de Nazaret, especialmente en el caso de Mahoma, porque no estamos hablando de un investigador histórico sino de una persona que, de acuerdo con la tradición islámica, no sabía leer ni escribir.


2. El argumento bíblico.

Las Sagradas Escrituras nos advierten claramente acerca de la llegada de falsos maestros y apóstoles que predican un Cristo diferente. Por ejemplo, Pablo escribe a la iglesia de Corinto, reprendiéndolos por su tendencia a la tolerancia de falsas doctrinas:


2 Corintios 11:2-4 NBLA

Celoso estoy de ustedes con celo de Dios; pues los desposé a un esposo para presentarlos como virgen pura a Cristo. Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, las mentes de ustedes sean desviadas de la sencillez y pureza de la devoción a Cristo. Porque si alguien viene y predica a otro Jesús, a quien no hemos predicado, o reciben un espíritu diferente, que no han recibido, o aceptan un evangelio distinto, que no han aceptado, bien lo toleran.


Lo mismo sucede con la carta a los Gálatas, donde se especifica que nadie debería recibir un evangelio diferente, aunque se trate de una experiencia sobrenatural ó angelical. Curiosamente, Mahoma y sus consejeros debieron desconocer o ignorar esta advertencia.


Gálatas 1:6-9 NBLA

Me maravillo de que tan pronto ustedes hayan abandonado a Aquel que los llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente, que en realidad no es otro evangelio, sino que hay algunos que los perturban a ustedes y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anunciara otro evangelio contrario al que les hemos anunciado, sea anatema.

Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguien les anuncia un evangelio contrario al que recibieron, sea anatema (maldito).


3. El argumento espiritual

Para comprender mejor este argumento, hay que tener en cuenta la naturaleza sobrenatural de las experiencias y revelaciones de Mahoma. Y es que existe una diferencia substancial entre la inspiración de las Sagradas Escrituras y la forma en que el Corán (yo diría que sólo una parte de él) fue recibido.


Quizá la mejor manera de explicar el concepto de inspiración es hablar de la forma como usted o alguien más escribiría un poema. Imagine que despierta en la mañana con una cierta idea en la cabeza. En el transcurso del día, algunas palabras, oraciones y frases geniales van llegando a su mente, así que las va escribiendo en su libreta de notas. Antes de darse cuenta, ya habrá conseguido juntar uno o dos versos; los verá con orgullo y se sentirá felizmente sorprendido: ¿De dónde vino todo eso?


Claro que, en este ejemplo hablamos de inspiración propia, pero la inspiración del Espíritu Santo es un fenómeno muy parecido a este; es la inspiración que tiene lugar cuando alguien está lleno del Espíritu Santo. En la Biblia hallamos muchos ejemplos de personas que hablaron y profetizaron al ser llenos del Espíritu. Por ejemplo, Lucas 1:67 nos cuenta que Zacarías, padre de Juan el Bautista, profetizó al ser lleno del Espíritu Santo. También el apóstol Pedro en el día de Pentecostés, habiendo sido lleno del Espíritu Santo, prorrumpió en un inesperado discurso que trajo convicción de pecado a una multitud de más de 5 mil personas (Hechos 4:8). ¿De dónde salió todo eso?


Aunque no es tema de este estudio, la inspiración es la base de algunos dones espirituales como el don de profecía y el don de lenguas; es por esta razón que los primeros discípulos hablaron lenguas al hallarse bajo la influencia del Espíritu Santo. Cuando hablamos de inspiración divina, ya sea en el contexto de la revelación de las Sagradas Escrituras, o en el contexto de los dones espirituales, tenemos que entender que Dios nunca toma posesión del cuerpo de un individuo al punto de anular completamente su voluntad y raciocinio, para canalizar un mensaje divino a través de sus miembros.


Dicho de otra manera, una persona que habla o escribe por el Espíritu Santo no pierde el uso de sus facultades, no pone los ojos en blanco o se comporta como si una entidad extraña tomara el control de su cuerpo (estas son manifestaciones demoníacas típicas de gente que practica alguna rama del ocultismo). Una persona que habla o escribe por el Espíritu Santo es, por lo general, alguien lleno de Dios que simplemente fluye bajo la inspiración o el mover del Espíritu. Imágenes, pensamientos, ideas, palabras, emociones y otras formas de comunicación, son proyectadas en la pantalla de su mente, de modo que usted pueda ver, sentir y pensar como Dios.


La Biblia habla de que nosotros tenemos la mente de Cristo (1 Corintios 2:16), pero eso no implica la pérdida de nuestras facultades humanas, todo lo contrario! Aunque la Escritura relata experiencias y encuentros sobrenaturales más allá de lo que acabo de describirle, en ningún momento se violenta el principio básico del libre albedrío del hombre. Dios ama y respeta nuestra individualidad! Después de todo, fue idea de Él! Gloria a Dios por eso! Pero el Diablo desprecia nuestra individualidad, nuestra humanidad y la capacidad que tenemos de tomar decisiones y ejercer nuestra voluntad personal. Es por eso que escuchamos de experiencias totalmente distintas provenientes del reino de las tinieblas, por ejemplo, la canalización de espíritus y la escritura automática. ¿Ha escuchado usted de personas que han cometido actos vergonzosos, violentos o criminales, que luego afirman no recordar absolutamente nada de lo que hicieron? Esta es una señal bastante clara de una posesión demoníaca.


Ahora bien, volvamos a Mahoma. Los musulmanes creen que el Corán fue recibido palabra por palabra directamente de Alá. Un teólogo musulmán lo expresó de la siguiente manera: "El Profeta (Mahoma) era puramente pasivo, de hecho inconsciente (al momento de recibir sus revelaciones). El Libro (refiriéndose al Corán) no era en ningún sentido suyo, ni su pensamiento, ni su lenguaje, ni su estilo. Todo era de Allah, y el Profeta era meramente una pluma grabadora".


Según la tradición islámica, las revelaciones de Mahoma a menudo tenían un impacto físico y emocional considerable. Por ejemplo, algunos de los síntomas más comunes que se mencionan con relación a estas experiencias son: temblores, sudoración intensa, sensación de peso y un estado alterado de conciencia. Además de estos, se dice que el rostro se le ponía rojo y exhibía signos de estrés, su respiración se hacía más pesada y rápida, e inclusive, se podía percibir un sonido de zumbido alrededor de su cabeza.


Estimado oyente, si usted ha estado prestando atención a los últimos minutos del estudio, podrá fácilmente discernir que algo anda mal aquí. ¿Dónde en la Biblia se habla de esta tipo de experiencias? Pero eso no lo es todo, al describir el comienzo de las supuestas revelaciones del Profeta Mahoma, Ibn Kathir escribe:


Lo primero que comenzó a sucederle al Mensajero de Allah fueron sueños que veía mientras dormía y que se hacían realidad. Entonces la reclusión se volvió amada por él. Solía ir a la cueva de Hira y dedicarse a adorar allí durante varias noches, y traía provisiones para eso. Esto continuó hasta que la revelación le llegó repentinamente.


El ángel se le acercó mientras estaba en la cueva y le dijo: "¡Iqra! (recita o lee)" El Mensajero de Allah dijo: «(Respondí: "No soy alguien que lee.) Entonces él (el ángel) me agarró y me presionó hasta que ya no pude soportarlo más. Luego me soltó y dijo: "¡Lee!". Respondí: "No soy alguien que lee". Entonces me presionó por segunda vez hasta que ya no pude soportarlo más.


Se dice que la misma experiencia se repitió tres veces hasta que Mahoma declaró su primera sura. A diferencia de los encuentros angelicales descritos en la Biblia, la mayoría marcados por un tradicional saludo de no tengas miedo, el misterioso personaje de la Cueva de Hira casi termina asfixiando a Mahoma en su afán por convencerlo de recitar un mensaje para él desconocido. Tanto miedo le produjo aquella primera experiencia, que creyó estar poseído por demonios y se volvió suicida. Según cuenta la historia, salió varias veces con la intención de arrojarse abajo desde la cima de las montañas, pero una vez allí, Jibril (el supuesto ángel) se le aparecía para afirmarlo.


Usted estará de acuerdo conmigo en que esta clase de experiencias no tiene un precedente bíblico dentro de la tradición profética del Antiguo Testamento, cuánto menos del Nuevo Testamento! Baste con mencionar uno de los principios fundamentales de la profecía bíblica, que el apóstol Pablo deja establecido en su primera carta a los Corintios:


1 Corintios 14:31-33 NBLA

Pueden profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados. Los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas. Porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz...


¿Cómo se explica este principio? Me gustan algunas traducciones que se explican a sí mismas:

Recuerden que la gente que profetiza está en control de su espíritu (NTV).

La inspiración de los profetas para hablar está bajo el control de ellos mismos (PDT).

El don de profecía está bajo el control de los profetas (NVI).


4. El argumento histórico

Por último, aunque no menos importante, para comprender mejor la forma como el Corán concibe a Jesús hay que tener en cuenta el contexto histórico en el que surgió. En el siglo VII, la Península Arábiga era un verdadero mosaico religioso. Si bien se cree que las tribus árabes eran politeístas, estas estaban rodeadas por los reinos cristianos de Bizancio y Etiopía, con quienes sostenían relaciones comerciales vitales. El Medio Oriente estaba entonces lleno de comunidades judías y cristianas, cuya obligada influencia habría hecho posible un alto grado de intercambio cultural y religioso en la zona.


Así que, aunque los estudiosos del Islam intentan negarlo, está claro que Mahoma no era ignorante de las tradiciones judías y cristianas; al contrario, fue un supuesto erudito cristiano, pariente de su primera esposa, Jadiya, quien a petición de ella lo ayudó a superar la confusión inicial y a aceptar su papel como Mensajero de Allah. El anciano Waraqa ibn Nawfal, descrito en la tradición islámica como un gran conocedor de las escrituras judías y cristianas antiguas, consiguió convencer a Mahoma del carácter divino de sus experiencias sobrenaturales y le aseguró que, a semejanza de Moisés, estaba siendo visitado por el ángel Gabriel. Además ¿Sería posible que el propio Mahoma formara parte de alguna secta cristiana no Trinitaria? Pienso que es muy probable.


Se dice que la persecución religiosa que vivió en su natal Meca, lo hizo moverse a Medina, donde una parte significativa de la población era judía monoteísta. Una vez allí, se convirtió en mediador de antiguos conflictos entre las bandas árabes y logró unificarlas bajo su liderazgo. Parece ser que en los primeros años de su gobierno, Mahoma hizo todo lo posible para simpatizarle a todos y conseguir el reconocimiento de las tribus judías de la región, pero ¿cómo crees que terminaría todo eso? Por supuesto! Después de algún tiempo, convencido de que nunca podría lograr que los judíos lo aceptaran como uno de sus profetas, Mahoma cambió de estrategia con respecto a este grupo.


En un documento conocido como la Constitución de Medina (622-623 d.C.), Mahoma especificaba los términos bajo los cuales judíos y cristianos (la Gente del Libro) podían continuar viviendo dentro del estado islámico si pagaban un impuesto especial o yizya. Desde luego, las tensiones entre el profeta y la comunidad judía no disminuyeron con la ley de la yizya, más bien se intensificaron, especialmente después de las primeras batallas contra los Mecanos (624 y 625 d. C.). Para ese entonces, algunas tribus judías fueron acusadas de traición y expulsadas ó eliminadas por completo. Como te puedes imaginar, este drástico cambio en la política de Mahoma hacia los judíos y cristianos que no aceptaron su autoridad profética, dejó importantes huellas en el Corán. Súbitamente, Allah pasó de promover la paz y el entendimiento mutuo bajo la bandera del monoteísmo y la sumisión a Dios (Corán 2:256), a justificar el uso de la más despiadada violencia contra los incrédulos. Por ejemplo:


Luchad contra matad ) aquellos que no creen en Alá y en el Último Día, ni cumplen lo que Alá y Su Mensajero han prohibido, ni abrazan la religión de la verdad entre aquellos a quienes se les dio la Escritura, hasta que paguen el impuesto, sometiéndose voluntariamente, completamente humillados (Corán 9:29).


De hecho, el castigo para aquellos que hacen la guerra contra Allah y Su Mensajero y siembran el mal en la tierra es la muerte, la crucifixión, la amputación de manos y pies en lados opuestos, o el exilio de la tierra. Esta pena es una vergüenza para ellos en este mundo, y sufrirán un castigo tremendo en el Más Allá (Corán 5:33).


No hace falta ser un erudito para darse cuenta de que Mahoma tenía sus razones para odiar a los judíos en primer lugar, y en menor medida a los cristianos; odio que heredaría en su mayor parte el Islam. Inclusive, dentro del Corán hay abrogaciones, reconocidas contradicciones o cambios abruptos en la voluntad de Allah sobre asuntos específicos (entiéndase, antes y después de determinados eventos en la vida del Profeta). Si usted investiga sobre el tema, notará que algunas de las supuestas revelaciones de Allah son, a primera vista, demasiado obvias (meras manipulaciones egoístas provenientes de una naturaleza humana carnal).


No hay lugar para Mahoma en la Teología Bíblica. Además, la Escritura habla de Jesús como la última y más completa revelación de Dios, el Padre (Hebreos 1:1-3) no sólo para los judíos, sino para los árabes y para el mundo entero; no puede haber un profeta más grande que él en la Historia: Él es el resplandor de Su gloria y la expresión exacta de Su naturaleza (v.3). Mahoma admitió no conocer el camino hacia Dios, pero Jesús declaró: Yo soy el Camino (Juan 14:6). Mahoma temía el juicio de Dios, reconociendo que no tenía la absoluta certeza de su salvación, pero Jesús dijo: Esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero (Juan 6:40). El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida (Juan 5:24).


¿Cree usted en el Unigénito Hijo del Padre, enviado del cielo para salvar al mundo de sus pecados? En su ignorancia, Mahoma aseguró que Dios no tenía hijos, pero la Escritura es clara cuando afirma: ¿Quién es un mentiroso? El que dice que Jesús no es el Cristo. El que niega al Padre y al Hijo es un anticristo. El que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; pero el que confiesa al Hijo tiene al Padre también (1 Juan 2:22-23 NTV). Lo que usted y yo hacemos con el Hijo de Dios es de vital importancia para nuestra salvación! Nadie puede decir que se somete a Dios mientras niega el testimonio que Dios mismo nos ha dado acerca de Su Hijo, Jesucristo. Veamos lo que dice 1 Juan 5:7-12 RV60:


Tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno (...) Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, es hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.


Estimado oyente/lector, me alegra haber compartido con usted un poco de todo lo que el Espíritu Santo ha puesto en mi corazón para esta entrega, pero antes de finalizar, quiero reafirmarle en el siguiente pensamiento: Lo que hacemos con el Hijo de Dios determina nuestro destino eterno. Presta atención a la sorprendente predicción que el Salmo 2 acerca de las naciones que rechacen al Hijo de Dios en los últimos tiempos. ¿Qué sucederá con ellos? ¿De qué lado estará usted?


Salmo 2:7-12 NBLA

«Ciertamente anunciaré el decreto del Señor Que me dijo: “Mi Hijo eres Tú, Yo te he engendrado hoy. Pídeme, y te daré las naciones como herencia Tuya, Y como posesión Tuya los confines de la tierra. Tú los quebrantarás con vara de hierro; Los desmenuzarás como vaso de alfarero”».

Ahora pues, oh reyes, muestren discernimiento; Reciban amonestación, oh jueces de la tierra. Adoren al Señor con reverencia, Y alégrense con temblor. Honren al Hijo para que no se enoje y perezcan en el camino, Pues puede inflamarse de repente Su ira. ¡Cuán bienaventurados son todos los que en Él se refugian!




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