Bienvenido una vez más a la serie Lidiando con el Espíritu de Rechazo. En los últimos dos estudios, tocamos con mayor profundidad, las características de algunos espíritus relacionados con el espíritu de rechazo, y dijimos que estos pueden entrar fácilmente a raíz de ciertas experiencias dolorosas, de abuso físico o psicológico, sobre todo durante los primeros años de vida. En el estudio de hoy hablaremos sobre otra clasificación de espíritus malignos que a menudo pueden encontrarse formando parte de una personalidad marcada por fuertes experiencias de rechazo: los llamados espíritus de Leviatán.
Si alguna vez te has preguntado qué exactamente es un Leviatán, o te topaste por casualidad con esta extraña palabra mientras leías la Biblia, puede que sientas curiosidad por escuchar este breve resumen sobre la leyenda de una criatura imponente que alguna vez habitó las profundidades del océano. Habiendo inspirado numerosas leyendas alrededor del mundo, y siendo conocido con diferentes nombres en las diferentes culturas antiguas, la palabra Leviatán es el término bíblico que designa a una especie de monstruo, dragón, o serpiente marina de gran tamaño, descrito en el capítulo 41 del libro de Job, como parte de la creación de Dios.
Mucho se ha debatido si se refiere aquí a alguna criatura prehistórica extinta, como un dinosaurio marino, alguna especie desconocida de cocodrilo gigante, o inclusive de una ballena, u otro animal de grandes proporciones. Lo único que nos queda claro es lo que podemos leer directamente de las páginas de la Escritura.
Job 3:1-3 y 8
Después de esto, Job abrió su boca y maldijo el día de su nacimiento. Y dijo Job: Perezca el día en que yo nací, y la noche que dijo: “Un varón ha sido concebido”
(…) Maldíganla los que maldicen el día. Los que están listos para despertar a Leviatán.
Salmo 104:25-29
He allí el mar, grande y anchuroso, en el cual se mueve un sinnúmero de animales tanto pequeños como grandes.
Allí surcan las naves, y el Leviatán que hiciste para que jugara en él.
Todos ellos esperan en Ti para que les des su comida a su tiempo.
Tú les das, ellos recogen; abres Tu mano, se sacian de bienes.
Escondes Tu rostro, se turban; les quitas el aliento, expiran, y vuelven al polvo.
Job 41:1-10a
¿Sacarás tú a Leviatán con anzuelo, o sujetarás con cuerda su lengua?
¿Pondrás una soga en su nariz, o perforarás su quijada con gancho?
¿Acaso te hará muchas súplicas, o te hablará palabras sumisas?
¿Hará un pacto contigo?¿Lo tomarás como siervo para siempre?
¿Jugarás con él como con un pájaro, o lo atarás para tus doncellas?
¿Traficarán con él los comerciantes?¿Lo repartirán entre los mercaderes?
¿Podrás llenar su piel de arpones, o de lanzas de pescar su cabeza?
Pon tu mano sobre él; te acordarás de la batalla y no lo volverás a hacer.
Falsa es tu esperanza; con solo verlo serás derribado.
Nadie hay tan audaz que lo despierte...
Teniendo en cuenta que el libro de Job es probablemente el más antiguo de toda la Biblia, se nota que el autor (al igual que el salmista) utiliza esta poderosa descripción del Leviatán para llamar la atención del lector sobre la soberanía de Jehová, como creador y sustentador de todo cuanto existe, tal como lo demuestran los versos que siguen:
Job 41:10b-11
¿Quién, pues, podrá estar delante de Mí? ¿Quién me ha dado algo para que Yo (Jehová) se lo restituya? Cuanto existe debajo de todo el cielo es Mío.
¿Existió realmente el Leviatán, o se trata simplemente de una figura mitológica que representa el caos en las profundidades del océano primitivo? Sin lugar a dudas, la Escritura indica que se trataba de un ser creado, mortal, y con necesidades fisiológicas como todos los demás; sin embargo la figura del Leviatán va más allá del sentido estrictamente literal, también constituye un símbolo del orgullo, la altivez y la soberbia en la Escritura, como lo indican los versos 33-34:
Nada en la tierra es semejante a él,
Que fue hecho sin temer a nada.
Desafía a todo ser altivo;
él es rey sobre todos los orgullosos.
Así que la figura del Leviatán es la de un espíritu soberbio, rebelde, y obstinado. Por ejemplo, en Isaías 27 se puede identificar con este nombre al reino enemigo de Babilonia, y lo mismo pudiera decirse del Salmo 74, donde el texto parece referirse a Faraón, rey de Egipto, con todo su ejército.
Isaías 27:1
Aquel día el Señor castigará con Su espada inflexible, grande y poderosa, a Leviatán, serpiente huidiza, a Leviatán, serpiente tortuosa, y matará al dragón que vive en el mar.
Salmos 74:13-14
Tú dividiste el mar con Tu poder; quebraste las cabezas de los monstruos en las aguas.
Tú aplastaste las cabezas de Leviatán; lo diste por comida a los moradores del desierto.
El profeta Ezequiel recibe una palabra de Jehová para el Faraón, en la que se refiere a él como una especie de bestia marina, inflado de orgullo propio y palabras vanagloriosas.
Ezequiel 29:2-6
Hijo de hombre, pon tu rostro contra Faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto. Habla y di:
Así dice el Señor Dios: ‘Yo estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, el gran monstruo que yace en medio de sus ríos, que ha dicho: “Mío es el Nilo, Yo mismo me lo hice”. Pondré garfios en tus quijadas, y haré que los peces de tus ríos se peguen a tus escamas; Te sacaré de en medio de tus ríos, con todos los peces de tus ríos pegados a tus escamas. Y te abandonaré en el desierto, a ti y a todos los peces de tus ríos. Caerás en campo abierto, no serás juntado ni recogido.
A las fieras de la tierra y a las aves del cielo te he dado por alimento. Entonces sabrán todos los habitantes de Egipto que Yo soy el Señor...
¿Qué implica Leviatán en el mundo espiritual? No es de extrañarse que este sea el nombre dado en el Satanismo al espíritu regente de los mares, y uno de los cuatro príncipes con mayor rango en el reino de las tinieblas; pues dentro de la demonología, aquellos espíritus que se identifican con este nombre causan gran estrago en la vida de las personas e impiden que estas puedan sensibilizarse al mover del Espíritu Santo.
Antes de entrar a estudiar cómo operan los espíritus de Leviatán, veamos brevemente por qué el orgullo y la soberbia son tan peligrosos.
1. Los orgullosos no tienen el favor de Jehová.
El Salmo 138:6 dice que el Señor se ocupa de los humildes, pero se mantiene lejos de los soberbios. Esta es la misma idea que introduce el apóstol Santigo cuando escribe que Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes (4:6). El término griego que se utiliza aquí indica que Dios literalmente se opone a los soberbios. Es decir, toda persona que persiste en esta actitud, se encontrará a sí misma peleando en contra de Dios.
2. Los orgullosos no tienen fruto espiritual.
El Salmo 68:6 dice que Dios prepara un hogar para los solitarios, y conduce a los cautivos a prosperidad; pero los rebeldes habitan en tierra seca (NBLA). La frase tierra seca se refiere al desierto, una tierra estéril, o improductiva. Parte de la connotación de este pasaje indica que las personas que persisten en una actitud soberbia y rebelde, son espiritualmente infructuosos. La razón fundamental por la que no producen fruto espiritual, como veremos más adelante, es que estas personas no operan en el poder del Espíritu de Dios, sino más bien se apoyan sólamente en sus propias habilidades y capacidades personales.
3. Los orgullosos serán humillados.
Proverbios 16:18 (NVI) Al orgullo le sigue la destrucción; y a la altanería, el fracaso.
Lucas 14:11 (DHH) Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.
4. Los orgullosos serán destruidos.
Malaquías 4:1 (DHH) El Señor todopoderoso dice: «Se acerca el día, ardiente como un horno, en que todos los orgullosos y malvados arderán como paja en una hoguera. Ese día que ha de venir los quemará, y nada quedará de ellos.
Bien, hablemos ahora sobre cómo reconocer al espíritu de Leviatán. John Eckhardt, autor del libro Destruyendo el Espíritu de Rechazo, propone algunas características de este espíritu, tomadas del citado capítulo 41 de Job:
(1) Dificultad para fluir en el Espíritu de Dios (v. 13-16)
¿Quién lo desnudará de su armadura exterior?
¿Quién penetrará su doble malla?(...)
Sus fuertes escamas son su orgullo,
Cerradas como con apretado sello.
La una está tan cerca de la otra
Que el aire no puede penetrar entre ellas.
Presta atención a las últimas dos líneas. El viento es un símbolo del Espíritu Santo en la Escritura; es por esa razón que algunos asocian al espíritu de Leviatán con la incapacidad de fluir libremente en el Espíritu. Leviatán funciona como una especie de obstructor de las diferentes habilidades y manifestaciones del Espíritu en la reunión de los creyentes. Dicho de otra forma, la humildad es la clave para operar en el poder del Espíritu Santo.
(2) Fuerte instinto de auto-conservación.
Leviatán se esconde debajo de una fuerte coraza protectora, por lo que puede parecer salvaje, duro o insensible. La manera como se proyecta hacia el exterior le ayuda a transmitir la idea de que es fuerte e invencible, cuando en realidad su apariencia no es más que una estrategia que le permite sentirse más seguro y lejos de todo compromiso emocional.
(3) Falta de interés en la oración (v. 3)
¿Acaso te hará muchas súplicas, o te hablará palabras sumisas?
Una de las razones por las que la mayoría de los cristianos tiene poco interés por la oración, es precisamente el orgullo. La oración es un estilo de vida que se caracteriza por la dependencia de Dios; en cambio, Leviatán prefiere poner su confianza en la carne.
(4) Discurso altamente destructivo (v. 19 y 21)
De su boca salen antorchas, chispas de fuego saltan (...) Su aliento enciende carbones,
Y una llama sale de su boca.
La lengua de Leviatán no pronuncia palabras suaves o consideradas, por el contrario, sus palabras golpean, destruyen, y queman como fuego a quienes se acercan. El carácter soberbio y rebelde de estas personas, les lleva a convertirse en gente muy crítica y negativa.
(5) Pactos rotos, relaciones dañadas (v. 4)
¿Hará un pacto contigo? ¿Lo tomarás como siervo para siempre?
Las personas afectadas por este espíritu pueden fácilmente terminar dañando cualquier relación de pacto en la que se encuentren, a causa de su mentalidad excesivamente egoísta. Leviatán es una bestia solitaria, por lo que estas personas pueden encontrar muy difícil el acoplarse a los intereses de su grupo, o de la comunidad en general.
(6) Aversión por el servicio
Como acabamos de leer en el v. 4, Leviatán no es siervo de nadie, pero sí se cree merecedor de todas las atenciones.
(7) Terco como él solo (v. 22-23)
En su cuello reside el poder, y salta el desaliento delante de él.
Unidos están los pliegues de su carne. Firmes están en él e inconmovibles.
Leviatán es obstinado e inflexible. Las Escrituras llamaron a Israel, un pueblo de dura cerviz; eso significa que eran testarudos y no querían razonar. Muchas personas en este caso son incapaces de reconocer que han cometido un error, y mucho menos de admitir cualquier debilidad.
(8) Duro de corazón (v. 24)
Su corazón es duro como piedra. Duro como piedra de molino.
Un corazón duro puede representar una persona difícil de conmover, pero en la Palabra también se relaciona con la incredulidad y la incapacidad para percibir las cosas espirituales. Las personas afectadas por este espíritu pueden parecer realmente inalcanzables y poco receptivas al mensaje del evangelio, aunque también se les encuentra dentro de las congregaciones, con la misma actitud respecto al mover del Espíritu Santo.
Leviatán en la profecía y la escatología
En el ámbito profético, las cabezas de Leviatán representan imperios o poderes demoníacos, principados del reino de las tinieblas que operan a través de los gobiernos de este mundo, y oprimen al pueblo de Dios. Este sistema mundial, cuya operación está en curso desde tiempos antiguos, y continúa estándolo al presente, hasta que Dios mismo decrete el tiempo de su total aniquilación. Volvamos a Isaías 27:1 para ver este pasaje desde un punto de vista escatológico: En aquel día, el Señor tomará su espada veloz y terrible para castigar al Leviatán: la serpiente que se mueve con gran rapidez, la serpiente que se retuerce y se enrolla. Él matará al dragón del mar (NTV). ¿Quién es esta serpiente escurridiza y engañosa que será finalmente destruída al final de los tiempos?
Apocalipsis 12:9
Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.
La Escritura dice que la serpiente antigua será arrojada a la Tierra y perseguirá al pueblo de Dios con su último aliento. Aunque este no es propósito de este estudio, nos ayuda a comprender de qué manera opera este misterio.
Faraón como ejemplo bíblico de Leviatán
Un claro ejemplo del espíritu de Leviatán en su operación a través de los poderes y reinos humanos ( así como de la gente común) es la actitud de Faraón en el libro de Éxodo. Como hemos dicho, la Biblia le llama Leviatán en Salmos 74:14, donde se rememora la victoria de Jehová al hundir a todo su ejército en el Mar Rojo, pero ¿Cómo pudiéramos describir al soberano de Egipto antes de ese momento?
Leemos que él respondió con soberbia a la petición de Moisés de dejar ir a su pueblo Israel para adorar a Dios en el desierto: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? (Éxodo 5:2) Luego se nos dice que él agravó la servidumbre de los hebreos de tal manera que estos ni siquiera querían escuchar a Moisés y Aarón, a causa del desánimo y las penurias de su esclavitud (6:9).
Esta imágen del rey de Egipto como un cruel, despiadado opresor, nos permite comprender un poco cual puede ser la estrategia de Leviatán cuando intenta impedir que el pueblo de Dios disfrute de su libertad en Cristo: tal y como lo hacen las grandes serpientes en el mundo natural, esta serpiente antigua gusta de sofocar a aquellos a quienes pretende retener, imponiéndoles un estado de angustia, desaliento y cansancio físico, que los mantenga alejados de todo progreso espiritual. ¿Qué sucede entonces, cuando alguien se siente constantemente oprimido pon las circunstancias y condiciones de su vida presente? Esa persona carecerá de la energía física, y también de la capacidad emocional de enfocarse y entender los asuntos espirituales del Reino de Dios; simplemente se mantendrá constantemente ocupado, y absorbido por este mundo y sus afanes.
Otra cosa que nos enseñan los relatos del Éxodo es que, a pesar de sufrir terribles plagas y desgracias derramadas directamente sobre su pueblo y su familia, Faraón endureció se corazón cada vez más, para no cambiar de opinión con respecto a Israel. Esta obstinación infranqueable, y la incapacidad de razonar y recibir instrucciones, es una característica de los espíritus de Leviatán, por lo que a estas personas se les hace especialmente difícil recibir ayuda de otras personas. Muchas personas afligidas por la influencia del príncipe de los soberbios, sólo reaccionan ante los más fuertes embates y las más trágicas circunstancias en sus vidas, las cuales ellos mismos se acarrean con su actitud rebelde y testaruda. En el caso de Faraón, la Escritura nos cuenta que su propio hijo primogénito tuvo que morir durante la última plaga de Egipto, para que este hombre tuviese un breve momento de refrexión y dejara salir al pueblo, con lo que también terminó derrotado por Jehová en el Mar Rojo.
Conclusiones
Aunque hay otros ejemplos en la Escritura, este es suficiente para arribar a la siguiente conclusión. El espíritu de Leviatán puede meternos en serios problemas, si no estamos dispuestos a ceder control al Espíritu Santo. Como ya hemos dicho, usted difícilmente podrá convencer a una persona con un espíritu de Leviatán de que necesita ayuda, a menos que pueda quebrar de antemano la dura coraza protectora de esta entidad espiritual. Quizá la mejor forma de aproximarse a alguien así sea a través de la oración y la herramienta del ayuno.
Pídale a Dios que se revele a esta persona directamente por medio de las circunstancias. Recuerde cómo Saulo de Tarso, el perseguidor de la iglesia, fue confrontado por Jesús de camino a Damasco, donde cayó de su caballo y quedó temporalmente enceguecido por la luz de Dios. También recuerde la historia de Nabucodonosor, rey de Babilonia, quien por siete años se comportó y lució como una bestia salvaje, hasta que decidió humillarse ante Dios y fue restaurado a su gloria anterior. Definitivamente, el Señor en su misericordia tiene diferentes formas de obrar en nuestras vidas.
Finalmente, si eres una persona oprimida por este espíritu, te ayudará bastante el afianzarte y recordar/ practicar aquellas verdades y conceptos bíblicos que te ayuden a desligarte de las mentiras y enredos de esta serpiente espiritual. Jesús dijo que conocer (practicar/ obedecer a) la verdad nos hace libres. La manera como Leviatán oprime es torciendo la verdad, por lo que se le llama la serpiente enroscada, o torcida. Recuerda que Cristo nos quiere libres, por lo que ya nos ha dado y siempre nos proveerá las herramientas necesarias para derribar toda fortaleza mental del enemigo.
Estimado hermano/ amigo que me lees/ escuchas, permíteme terminar con 1 Pedro 5:5-6 (NBV): Trátense unos a otros con humildad, porque «Dios está en contra de los orgullosos, pero a favor de los humildes». Humíllense bajo el poder de Dios, para que Él los enaltezca cuando llegue el momento oportuno.
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