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Sabiduría Bíblica #6: ¿Cómo Reconocer a un Gobernante Ungido?

Salmos 101:6

Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo;

El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá.


Me encanta este versículo! Me gusta porque refleja el favor de Dios para con los que son fieles, para los que son consecuentes con sus ideas, para los que están comprometidos con lo que es correcto. Estamos viviendo tiempos en que mucha gente tiene un doble rasero, un doble estándar. Tienen una apariencia de piedad, pero no la practican. Predican un Evangelio que no viven. Se identifican con las normas y principios de la Palabra de Dios, pero luego comienzan a hacer concesiones convenientes a favor del pecado y la injusticia. Este tipo de gente no está en el equipo de Dios, son figurines en el plan macabro de las tinieblas.


Hay algo, sin embargo, que me parece aún más interesante sobre este Salmo 101, y es que todo el capítulo se trata en realidad de un voto del rey David, una promesa que hace este hombre de Dios, posiblemente al comienzo de su reinado, de vivir y gobernar rectamente. Es por eso que en este salmo podemos encontrar al menos cuatro características fundamentales de un rey o gobernante ungido por Dios:

  1. Un rey ungido es el que reconoce la soberanía de Dios y busca su consejo.

David comienza en el verso 2, comprometiéndose a buscar revelación divina e indagar con respecto a lo que es correcto. El no está fundamentado sobre una regla de moralidad subjetiva, ni pretende establecer su propia idea de lo que está bien y lo que está mal. En su lugar, este rey viene humillado delante del Dios de Israel con una mente receptiva y un corazón humilde, dispuesto a ser enseñado por Dios. Su deseo es primeramente el de llegar a comprender las eternas leyes y principios inamovibles que rigen el mundo, los preceptos y decretos del Soberano de todo el Universo: la Ley de Dios.


Quizá te preguntarás ¿Qué pasa si los reyes y gobiernos del mundo se niegan a reconocer la soberanía de Dios? Ellos sufrirán las consecuencias, y no sólo ellos, también esas naciones sufrirán. Mira lo que dice el Proverbio 28:12 (NTV): Cuando los justos triunfan, todo el mundo se alegra. Cuando los perversos toman el control, todos se esconden. Cuando los perversos toman el control, comienza un tiempo de represión, donde los derechos y libertades civiles son suprimidos, un tiempo de oscuridad y persecución para el pueblo de Dios.


2. Un rey ungido es el que se conduce con integridad dentro y fuera de su círculo íntimo.


David, es un rey conforme al corazón de Dios, que comprende la importancia de llevar una conducta recta, comenzando por su círculo íntimo. El dice: En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa. El no está preocupado por su imagen pública, sino por salir aprobado tras bambalinas. El comprende que más allá de la opinión pública, hay en el cielo un Juez Supremo, capaz de escudriñar la profundidad del corazón humano y sacar a la luz sus verdaderas inclinaciones. Este rey comprende que la mirada de Dios está sobre él en todo momento y lugar, por el peso de la responsabilidad que ha sido puesta sobre sus hombros.


3. Un rey ungido es aquel que se hace rodear de la gente correcta.


David es muy cuidadoso de aquellos que entrarán en su equipo de trabajo. Comparte su visión con aquellos que tienen una misma pasión por la rectitud, y un mismo compromiso con la integridad. Gente que va a traer prosperidad y bendición a su gobierno, y no el juicio de Dios sobre toda la nación. El dice: No permitiré que ningún impío me sirva, no toleraré a la gente calumniadora y mentirosa, detesto a los que son deshonestos, pretenciosos, y corruptos. Elegiré a los fieles para que me acompañen, y no permitiré que los impíos entren a mi servicio.


4. Un rey ungido es el que sigue una agenda divina.


El verso 8 habla sobre la agenda de David como gobernante ungido de Dios: Mi tarea diaria será descubrir a los perversos y liberar de sus garras a la ciudad del Señor. (NTV) Un gobernante ungido buscará exponer la corrupción y acabar con lo mal hecho. Se sentirá llamado a promover la libertad, la justicia, la rectitud, y los valores morales y espirituales del reino de Dios. Bajo su mandato, el pueblo santo vivirá libre de opresión, y en sus planes, trabajará por la paz y la prosperidad de Jerusalén, la Ciudad de Dios.


Salmo 2:10-12 (DHH)

Reyes y gobernantes de la tierra, entiendan esto, ¡aprendan bien esta lección! Adoren al Señor con alegría y reverencia; inclínense ante él con temblor, no sea que se enoje y ustedes mueran en el camino, pues su furor se enciende fácilmente.

¡Felices los que buscan protección en él!

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