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Levítico 18: El Código de Pureza Sexual

Loreta, una mujer de 44 años, contrajo matrimonio legal con su hija adoptiva Lolita, de 26, el pasado mes de septiembre en la República Dominicana. Una imagen de ambas mujeres sonrientes, vestidas de blanco, como novia y novio respectivamente, recorrió las redes sociales. La historia cuenta que Lolita, quien fue adoptada a los 8 años de edad, creció viendo la relación de su madre y actual pareja con otra mujer, a quien con el tiempo, decidió reemplazar.


No sé qué tanto te sorprende la noticia, pero historias como esta, ya no son tan insólitas en la sociedad en que vivimos, donde cada uno se siente en el derecho de alcanzar lo que él o ella entiende como su realización sexual. Amor es amor, y no deberíamos discriminar a nadie, pero ¿No tendríamos aplicarle la misma regla a todos los pervertidos, depravados, y pedófilos, cuya aberrante idea de la sexualidad pone en peligro la vida y la seguridad de otras personas? ¿Cuál es el límite entre lo normal y lo anormal? ¿Cómo diferenciar lo natural de lo anti-natural, y lo aceptable de lo repudiable?



Con toda seguridad, no es posible comprender ó establecer límite alguno sin tener en cuenta primeramente al Creador con su manual de instrucciones. ¿Establecen las Escrituras límites claros y saludables con relación a nuestra sexualidad?


En nuestro último estudio del libro de Levítico, entramos en el terreno que muchos han llamado el Código de Santidad Práctica. En el estudio de hoy, entraremos al capítulo 18 de Levítico, donde el Señor habla con Moisés y le da una serie de normas y prohibiciones relacionadas con las relaciones sexuales. Comencemos leyendo los versos 1-4:


Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel. Yo soy el Señor su Dios: no se comporten como la gente de Egipto, donde ustedes vivían, o como la gente de Canaán, adonde los llevo. No deberán imitar su estilo de vida.

Ustedes deben obedecer todas mis ordenanzas y asegurarse de obedecer mis decretos, porque yo soy el Señor su Dios.


Notemos como se repite la frase: Yo soy el Señor su Dios. En el idioma original encontramos el nombre propio de Dios siete veces en este capítulo, pues se trata de una fuerte declaración de la autoridad absoluta de Dios sobre la vida y la conducta de su pueblo. En otras palabras, él tiene todo el derecho de decidir lo que es correcto y lo que no lo es, él es el que pone las reglas, y él también es quien nos va a juzgar de acuerdo con esas reglas.


Dios espera que, como pueblo suyo, nosotros reconozcamos su autoridad sobre todos los aspectos de nuestra vida. Aquel que forma parte del pueblo de Dios no busca imitar el estilo de vida del mundo. Es por esta razón que el apóstol Pablo dice en su carta a los cristianos romanos:


Romanos 12:2 (NTV)

No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.


¿Piensa usted igual que el mundo? ¿Vive usted de acuerdo con los estándares de la sociedad presente? Si es así, necesita venir al Señor para que él ponga su Espíritu Santo en usted y cambie su manera de pensar. El verdadero pueblo de Dios es aquel que tiene una mentalidad diferente a la del mundo, pues su objetivo es el de conocer y obedecer la voluntad de Dios. Ahora, la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta para nosotros. Su decreto es vida, paz y bendición para usted y para los suyos.


¿Por qué deberíamos obedecer la Ley de Dios en lo referente al matrimonio y las relaciones sexuales? El verso 5 responde: Si obedecen mis decretos y mis ordenanzas, encontrarán vida por medio de ellos (NTV). ¿Qué sentido tiene guardar la pureza sexual en medio de una sociedad carente de principios morales?


Deuteronomio 30:19 (NTV)

»Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir!

Puedes elegir esa opción al amar, al obedecer y al comprometerte firmemente con el Señor tu Dios. Esa es la clave para tu vida. Y si amas y obedeces al Señor, vivirás por muchos años en la tierra que el Señor juró dar a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob».


Al igual que en otras áreas de la vida, la diferencia entre una conducta sexual pura y una conducta sexual desordenada es bendición versus maldición, vida versus muerte. Note también que hay consecuencias directas para nuestra descendencia. Las decisiones que tomamos en la esfera sexual impactarán inevitablemente el futuro de nuestra familia. Cuando le abrimos la puerta al pecado sexual, exponemos a nuestros hijos y nietos, dejándolos vulnerables al enemigo, y ellos tendrán que luchar con los mismos demonios que nosotros invitamos a nuestra familia. Por otra parte, si usted cierra estas puertas espirituales de maldición y planta semillas de obediencia en su propia vida, la bendición del Altísimo comenzará a fluir en su familia y se extenderá hacia las nuevas generaciones.


El pueblo de Israel salió de su cautiverio en Egipto y recibió la tierra de Canaán como herencia, pero junto con esa herencia vino una advertencia de parte de Jehová; él dijo que ellos jamás deberían imitar las costumbres y conductas de los cananitas, porque estas prácticas abominables contaminaron la tierra e hicieron que Jehová los desechara y los expulsara de ella. Es por esta razón que el Señor le dijo a Moisés que si algún israelita no se acogía a las normas de pureza sexual, esta persona debía ser expulsada del campamento (v. 29).


Levítico 18 nos da una lista de relaciones estrictamente prohibidas por la Ley de Dios:

  1. Padre-hija / madre-hijo (v. 7)

  2. Madrastra-hijastro /padrastro-hijastra (v. 8)

  3. Entre hermanos o hermanastros (v. 9)

  4. Entre abuelos y nietos (v. 10)

  5. Entre medios hermanos (v. 11)

  6. Entre tíos y sobrinos, incluyendo tíos políticos (v. 12-14)

  7. Nuera-suegro / yerno-suegra (v. 15)

  8. Entre cuñados (v. 16)

  9. Doble matrimonio o relación con una madre/padre y su hija/o ó nieta/o a la vez (v. 17)

  10. Doble matrimonio o relación con dos hermanas/hermanos a la vez (v. 18) Aún dentro del contexto de la poligamia, la relación con dos hermanas a la vez no estaba permitida a causa de las rivalidades que podían surgir dentro de la familia (Véase Raquel y Lea).

  11. Relaciones durante la menstruación (v. 19)

  12. Relaciones adúlteras en general , con una pareja ajena (v. 20)

  13. Relaciones homosexuales en general (v. 22) Son calificadas de repugnantes.

  14. Relaciones con animales (v. 23) Se les llama horrible perversión.

¿Son estas las únicas normas? Ciertamente no lo son. Las Escrituras nos hablan de las relaciones sexuales como parte importante del plan divino, siempre y cuando se den en el contexto del matrimonio entre un hombre y una mujer. El autor del libro de Hebreos lo resume de esta manera: Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales (Hebreos 13:4). La belleza y fortaleza de esta unión conyugal, encuentra referencias a través de toda la Biblia, y especialmente en el Libro de Cantares.


Pese a lo que algunos grupos eclesiásticos modernos afirman, torciendo las Escrituras a su conveniencia, la revelación de Dios desde Génesis hasta Apocalipsis, es clara y tajante con respecto al asunto de la sexualidad. Ninguna persona que sostiene un estilo de vida pecaminoso puede ser parte del Reino de Dios. Veamos lo que el apóstol Pablo escribe a los corintios:


1 Corintios 6:9-11 (NTV)

¿No se dan cuenta de que los que hacen lo malo no heredarán el reino de Dios? No se engañen a sí mismos. Los que se entregan al pecado sexual, o rinden culto a ídolos, o cometen adulterio, o se prostituyen, o practican la homosexualidad, o son ladrones, o avaros, o borrachos, o insultan, o estafan a la gente: ninguno de esos heredará el reino de Dios.

Algunos de ustedes antes eran así; pero fueron limpiados; fueron hechos santos; fueron hechos justos ante Dios al invocar el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.


Me gustaría que usted notara especialmente el verso 11. Las Escrituras no excluyen a ninguna persona del reino de Dios, sino solamente a aquellos que insisten en un estilo de vida pecaminoso, aquellos que no se arrepienten, y en quienes el Espíritu Santo no ha hecho una obra de regeneración y restauración. Ahora, toda persona que viene a Cristo, con el deseo de someterse a él, puede ser liberada, perdonada y transformada por la poderosa influencia del Espíritu y la Palabra de Dios.

El trabajo del Espíritu Santo es convencer a toda persona de pecado, de justicia y de juicio. El resultado de esta influencia es que seamos transformados para alcanzar la estatura espiritual de Cristo, según un más alto estándar de pureza sexual, el cual se establece en Mateo 5: 27-28: Ustedes han oído el mandamiento que dice: “No cometas adulterio”. Pero yo digo que el que mira con pasión sexual a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en el corazón. A la luz de esta declaración, puede parecer difícil, si no imposible, el evitar convertirse en un adúltero o fornicario mental. ¿Cómo lograr la pureza sexual, entonces?


Sea usted casado o soltero, encontrará que esta es un área particularmente delicada. Usted sólo tiene que prender la televisión, dar vuelta a la página, o deslizar hacia abajo la pantalla de su teléfono celular, para encontrar todo tipo de imágenes y contenido sugerentes. Si es mujer, usted se sentirá presionada a construir su imagen propia sobre la base de su atractivo sexual; si es hombre, usted se sentirá forzado a seguir el estereotipo impuesto por su cultura, o quedará atrapado en la trampa de la pornografía digital. Hay muchas personas que no han logrado resolver este problema, aún dentro de las congregaciones.


Bueno, no me atrevería a citar estas palabras de Jesús solo para derribar su autoestima; en realidad, quiero que usted entienda y sea equipado con un par de llaves espirituales sacadas de este pasaje en Mateo 5. Mientras le llevo a través de este breve análisis, debo dejar en claro que no me dirijo únicamente al género masculino, sino más bien al ser humano en general.


En primer lugar, quiero que usted identifique la raíz de todo pecado sexual en el corazón. Jesús dijo que una persona puede ser fiel y casta en su apariencia exterior, mientras está cometiendo toda clase de inmoralidades en su corazón. No piense en el corazón como una referencia directa a los sentimientos solamente, el corazón en las Escrituras se refiere al asiento de las pasiones y deseos, pero sobre todo, de los pensamientos y la imaginación. Jesús dijo que del corazón salen la fornicación y el adulterio (Mateo 15:19); es decir, siempre hay un precedente, una imagen mental que antecede a la acción.


Las Escrituras resaltan la necesidad de guardar el corazón más que todas las demás cosas (Proverbios 4:23) Me gusta la forma en que lo pone la versión PDT: Ante todo, cuida tus pensamientos, porque ellos controlan tu vida. Tus pensamientos controlan tu vida! Esta es una gran revelación para mí. Necesitas poner suma atención a todo lo que piensas, y ejercer control sobre tu actividad mental. Mira lo que dice 2 Corintios 10:5: Hacemos que todo tipo de pensamiento se someta para que obedezca a Cristo (NBV). En resumen, el primer principio que obtenemos de este pasaje es este: Tome control de sus pensamientos! Usted nunca podrá controlar lo que hace su cuerpo, si su mente está fuera de control.


Jamás subestime el poder de la mente. Dios quiere que su mente le obedezca a él. El dijo en Proverbios 23:26, Dame, hijo mío, tu corazón; pero ¿Qué dice a continuación? Y miren tus ojos por mis caminos. Difícilmente podrá alguien tomar control de sus pensamientos si se olvida de guardar lo que ven sus ojos. Volvamos a Mateo 5:29, que dice:


Por lo tanto, si tu ojo te hace caer en pasiones sexuales, sácatelo y tíralo. Es preferible que pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno (NTV).


Espero que no estés pensando en sacarte un ojo... Esta exageración voluntaria es un recurso del lenguaje que acentúa la seriedad de la advertencia que nos está haciendo el Señor. La interpretación más adecuada sería: No escatime esfuerzo alguno en su batalla personal para obtener la pureza sexual. El segundo y último principio que deseo compartir con usted en este estudio es este: Tome control sobre lo que ven sus ojos!


Los ojos son dos grandes ventanas abiertas al mundo. Ellos captan una gran cantidad de información y estímulos. Especialmente en la era de la comunicaciones, el Internet y las redes sociales, nuestros ojos nunca descansan; sin embargo, no toda la información que entra por ellos es edificante. Jesús dijo:


Lucas 11:34 (NTV)

Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es malo, tu cuerpo está lleno de oscuridad.


En realidad, todos nuestros sentidos son puertas de entrada al alma pero, particularmente, los ojos. Todo lo que sus ojos ven, termina alimentando sus pensamientos, a veces, de manera involuntaria. Alguien dijo que es imposible dejar de ver ciertas cosas, pero una vez que usted ha identificado la oscuridad circundante, es momento de apartar la mirada. Recuerde que usted debe ser totalmente radical siempre que el caso lo requiera.

Piense en estos dos niveles de protección como si se tratara de un sistema de seguridad; si no logra filtrar un estímulo pecaminoso, y este pasa a través de sus ojos, aplique el control de sus pensamientos, y asegúrese de que estos se sometan a la obediencia de Cristo. Recuerde lo que dice Proverbios 14:12 (NBV), Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que al final terminan en muerte. Apártese de cualquier camino que ponga en peligro el destino eterno de su alma.

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